Comunicado de apoyo al pueblo griego: El no a la Troika es un no a la austeridad y la vulneración de los derechos sociales

El pasado domingo el pueblo griego votó y decidió su futuro rechazando de forma mayoritaria la propuesta de rescate propuesta por la Troika. El resultado del referéndum es el resultado de un ejercicio de democracia, donde la ciudadania pide reorientar las políticas europeas hacia una mayor solidaridad y respeto por los derechos humanos.

Las recetas impuestas por el Eurogrupo y el FMI han supuesto un empobrecimiento general de la población griega y un aumento de las desigualdades hasta el momento. Como es habitual en estos casos, los derechos sociales son los más perjudicados. Los objetivos de reducción del déficit y la deuda impuesta por la Troika vienen acompañados de recortes en el gasto público y la atención sanitaria, sin considerar la necesidad de preservar unos niveles mínimos y cumplir con las obligaciones básicas de respeto de estos derechos. El recorte también se ha producido en los derechos laborales mediante el ataque al derecho a la negociación colectiva y las libertades sindicales.

Más allá del gobierno griego, la UE también es responsable de las vulneraciones de derechos humanos que se estan cometiendo en Grecia, en la medida que incumple sus obligaciones en virtud del derecho internacional. Con la gestión de la crisis griega la UE está incumpliendo de forma sistemàtica la obligación de respetar, proteger y promover los derechos humanos derivada de sus propios tratados constitutivos y de su Carta de Derechos Fundamentales. Así mismo, los Estados miembros de la UE como España que respaldan las propuestas de la Troika contravienen sus propias obligaciones y compromisos relativos a los derechos humanos.

Desde el Observatorio DESC queremos mostrar nuestro apoyo al pueblo griego que lucha contra las políticas de austeridad y defiende los derechos sociales. Y es que el no a las medidas impuestas por la Troika es sobretodo un no a las políticas de austeridad que suponen importantes retrocesos en el acceso a estos derechos. Es cierto que a partir de ahora las soluciones no seran fáciles. Sin embargo, será necesario que estas soluciones tengan el apoyo de la ciudadania y que su impacto preserve unos niveles mínimos de respeto a los derechos humanos.

El pueblo griego ha dado un ejemplo de democracia, que marca el camino al resto de países del Sur de Europa. Ante la crisis de la deuda, la democracia debe ser reivindicada, defendida y se debe poner en el centro de las grandes decisiones. Los pueblos europeos tenemos que poder decidir sobre estas grandes cuestiones, sobretodo en la medida que tienen un fuerte impacto en los derechos humanos.