Golpe de Estado en Paraguay

El Observatorio DESC se une a la denuncia de las oganizaciones campesinas y de derechos humanos paraguayas, y condena el golpe de estado contra el Presidente Fernando Lugo.

Los hechos tuvieron lugar el jueves pasado 21 de junio. Este día, el Congreso llevó a cabo un juicio político sumarísimo contra el Presidente Fernando Lugo que acabó con su destitución. En un proceso de tan sólo 48 horas, y sin ninguna prueba, el Parlamento vinculó al Presidente con los trágicos sucesos de Curuguaty, donde murieron 17 personas, entre campesinos y policías, en un desalojo de tierras ocupadas. Estas tierras, conocidas como “tierras malhabidas”, forman parte de los más de 7 millones de hectáreas que han sido adjudicadas ilegalmente entre 1954 y 2003, y que no están sujetas a la reforma agraria.

La tragedia de Curuguaty y la posterior destitución del Presidente muestran con crueldad el conflicto social existente en Paraguay, el país con mayor concentración de la tierra en el mundo, donde el latifundio de soja transgénica se ha ido extendiendo en las últimas décadas y ha perpetuado la vulneración de los derechos humanos de las comunidades campesinas e indígenas.

La conspiración contra el presidente Fernando Lugo ha sido contestada con la retirada de las representaciones diplomáticas de Argentina y Venezuela. A su vez, los espacios de integración latinoamericana, MERCOSUR y UNASUR, se han negado a reconocer el nombramiento del vicepresidente Federico Franco como presidente.

Lamentablemente, en cambio, el gobieno español, al igual que Alemania y Canadá, no sólo no se han manifestado en contra del golpe, sino que parecen estar apoyando al gobierno golpista. Del mismo modo, la Unión Europea, ante el quebrantamiento democrático en Paraguay se ha limitado a declarar que estará atenta a los pronunciamientos de OEA y UNASUR.

Para entender mejor la situación os facilitamos el artículo, Paraguay: ¿otra Honduras? de Guillermo Almeyra, publicado en Sin Permiso.