sub\urban-lecture. Septic Academy: Fragments of an activist human rights pedagogy

La relación entre el activismo y la academia, normalmente a caballo entre el análisis riguroso y el llamamiento a la acción siempre ha estado polémica. La apariencia de la objetividad científica siempre ha llevado hacia una racionalidad aséptica que, como bien se sabe, es responsable de la legitimación y ratificación de las voces dominantes, aquellos consensos que son académica y políticamente indisputables e incuestionables. Esta ha estado -y continúa siendo- el papel de una academia más tradicional, que aspira a la excelencia, la reputación y al reconocimiento. 

Este fenómeno se muestra de forma más virulenta en las llamadas "disciplinas fundamentales", que en el caso de las ciencias sociales son principalmente Derecho y Economía. Por esta razón, y en particular en el mundo del Derecho, las experiencias y conocimientos que ofrecen pedagogías más críticas relacionadas con el activismo son particularmente valiosas. En ellas, el rigor académico (teórico, metodológico) es entendido como el mejor aliado de la militancia política. Este rigor se construye desde -y en favor de- las experiencias a pie de calle y de necesidades subjetivas en movimiento, y busca alimentar el diálogo entre los puntos de vista teóricos, metodológicos, dogmáticos, morales y políticos.